Una comunidad espontánea de ingenieros y diseñadores voluntarios, liderada por la asociación [artefactos] trabaja contrarreloj, en coordinación con médicos del Hospital General, para fabricar, mascarillas reutilizables y otros materiales de protección que garanticen la seguridad de los sanitarios que se enfrentan al Covid19 y compartir el código para que puedan fabricarse en cualquier lugar del mundo mediante impresión 3D. La fuerza de la solidaridad, eso es [artefactos] en estado puro.
A la respuesta espontánea del equipo de la propia asociación, integrado por ingenieros y diseñadores industriales, electrónicos, terapeutas ocupacionales, educadores sociales, junto con el grupo DIDET de la Universidad de Alicante, entre otros, se han ido sumando a lo largo del primer fin de semana de confinamiento en casa, miembros de distintas entidades y profesionales sanitarios, cuya experiencia es vital para poder dar con la solución necesaria. Todos ellos han puesto a disposición del Ministerio de Sanidad su laboratorio de fabricación compuesto por 6 impresoras 3D propias, 10 impresoras 3D de la Asociación MakerALC, las impresoras de los institutos tecnológicos y la cifra no deja de crecer, ya que cada minuto se van sumando nuevos colaboradores a esta iniciativa.
El principal reto, tratar de hallar una solución rápida, segura y accesible a la falta de material de protección en hospitales y centros sanitarios para combatir al Covid 19, en coordinación con médicos del Hospital General Universitario de Alicante y facultativos del 12 de Octubre de Madrid.
Nuestro objetivo es crear una máscara de protección o adaptar una de las que hay en el mercado, y en los próximos días podríamos contar ya con un prototipo híbrido para testar.
Los principales problemas nos los estamos encontrando en la falta de materiales en stock y en la imposibilidad de reutilizar los filtros existentes, por eso hemos hecho un llamamiento a la industria textil y fabricantes de componentes para que se unan a nuestra causa y juntos encontremos una solución para hacer frente a este virus.
También estamos estudiando la viabilidad de diseños de lentes y pantallas protectoras, válvulas de respiradores y otros elementos con el fin de proteger a nuestros sanitarios ante el aumento de casos clínicos y la falta de materiales de protección.
Sin duda la impresión 3D está revolucionando el mundo de la medicina. Ahora los particulares hemos recibido planos para poder imprimir máscaras protectoras y aportar nuestro granito de arena.
La impresión 3D no es algo nuevo, su democratización tecnológica sí lo es. Pero antetodo debemos ser responsables en lo que se refiere a la salud y protección de las personas, pues el control de la fabricación juega un papel fundamental, así como el conocimiento y uso de los materiales adecuados… En los momentos complicados que vivimos todos debemos sumar, pero sin perjudicar la seguridad de las personas, en este caso… no todo vale. Con materiales básicos de impresión solo viseras para la protección facial o protege-orejas, gracias!
La democratización 3D, supone un salto cuántico en cuanto a los procesos de fabricación de la era industrial. Este proceso seguido de experiencia y uso extendido, puede llegar a facilitar la vida de millones de personas.
Hola Alfredo.
Compartimos plenamente tu opinión, la seguridad debe ser siempre lo primero.
Y ahí es donde desde artefactos intentamos poner nuestro granito de arena.
Gracias por tu comentario.